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miércoles, febrero 15, 2006

mensaje de metrovivienda:

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El desafío del Pacto por el Hábitat es dar sustento a una política que articule recursos y potencialidades, razón por la cual estamos trabajando de manera conjunta el Consejo Profesional de Arquitectura, la Sociedad Colombiana de Arquitectos, Escala, la Asociación Colombiana de Facultades de Arquitectura y MetroVivienda. Entre todos impulsamos la realización de un concurso privado de carácter público entre las facultades de arquitectura para promover la búsqueda de soluciones factibles en materia de hábitat digno, al que denominamos: Concurso “Convive de ideas para la vivienda digna”, el cual arrojará los mejores anteproyectos arquitectónicos, para un lote de nuestra Ciudadela Nuevo Usme, que sean viables técnicamente y factibles en sus aspectos de mercado, económicos y financieros. Todos sabemos que es prioridad de esta administración la reducción del déficit habitacional, no es solo en el aspecto cuantitativo, que es preocupante, sino el cualitativo, por lo tanto se requiere de una búsqueda conjunta de soluciones a esta problemática. Debemos ser capaces de desarrollar soluciones habitacionales que satisfagan en todos los aspectos las necesidades de una porción de la población de la ciudad, que hoy sufre serios problemas relacionados con la pobreza.El reto es grande. Crear sensibilidad y propender por una profunda reflexión académica, propiciar un espacio que permita a los estudiantes, aplicar y ampliar, los conocimientos teóricos adquiridos en desarrollo del programa académico y permitirles aplicarlos de acuerdo con la realidad de nuestra ciudad.

SUBGERENCIA TÉCNICA METROVIVIENDA

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Una reflexión personal

Como estudiante de arquitectura, considero que la oportunidad que se nos ofrece para sugerir mejores condiciones de vida para las poblaciones mas vulnerables de la ciudad es lo suficientemente sugerente y enriquecedora para nuestras vidas profesionales y para la construcción del camino hacia un hábitat digno y sensato con las condiciones de vida de la población y del desarrollo de la misma ciudad.

No tengo duda acerca de los excelentes planteamientos que surgirán para este concurso, y de la consecuente reflexión o replanteamiento de los parámetros existentes con los que se proyectan y se construyen las indignantes soluciones de vivienda de interés social para la ciudad, por fin en Bogotá, la arquitectura directamente desde la academia tiene la oportunidad de ser participe y determinante de la realidad que permite su existencia como aparato critico y propositivo de la sociedad.

Pero me surge un gran interrogante, esta visto que el problema del déficit de la vivienda, de su calidad, habitabilidad, rentabilidad, financiamiento, etc., en un país como el nuestro, requiere soluciones de fondo mas que de forma, específicamente con el planteamiento de políticas publicas, en todos los aspectos que influyen con la producción y el mejoramiento de la vivienda, lo suficientemente solidas para que sean garantes de condiciones apropiadas para ofrecer cobertura y calidad de vida a los habitantes que carecen de un techo y de oportunidades dentro del mercado laboral. Es evidente que esto no se consigue con buenas intenciones y de la noche a la mañana, y que un importante inicio se podría establecer a partir de los resultados de este concurso.

Pero de ser un éxito los resultados obtenidos, y en vista de las funestas consideraciones inmobiliarias de las constructoras y la administración que buscan mercantilizar a toda costa el metro cuadrado jugando con la necesidad de las personas, y sin querer decir que este concurso sea un desacierto, y siendo muy pesimista, podríamos estar firmando una sentencia de conformidad y resignación respecto a los parámetros con los que se plantea la vivienda, por lo menos en términos académicos, y que decir de los gubernamentales.

Como se pudieron obtener ideas brillantes, rentables, funcionales, sostenibles, ecológicas,etc., en 35 metros cuadrados, no hay argumentos para aumentar subsidios para vivienda, o áreas, o infraestructuras, y si ciudadela Usme funciono, por que no sacar otro concurso pero con menos terreno y mayor densidad?

Debemos responder a nuestra coyuntura política, social y económica no solo desde el punto de vista operativo de nuestro oficio, si no reflexivo desde nuestra formación intelectiva, ya es hora de dejar a un lado los numerosos contingentes de arquitectos descontextualizados, que viven en Colombia, pero tienen la mente y el ego en Europa, no podemos pretender ser de la realeza teniendo los zapatos rotos, en materia de arquitectura, de vivienda esta todo por hacer, que esta sea una oportunidad que nos beneficie a todos.

Att. Estudiante de arquitectura, Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá

Anónimo dijo...

Una reflexión personal

Como estudiante de arquitectura, considero que la oportunidad que se nos ofrece para sugerir mejores condiciones de vida para las poblaciones mas vulnerables de la ciudad es lo suficientemente sugerente y enriquecedora para nuestras vidas profesionales y para la construcción del camino hacia un hábitat digno y sensato con las condiciones de vida de la población y del desarrollo de la misma ciudad.

No tengo duda acerca de los excelentes planteamientos que surgirán para este concurso, y de la consecuente reflexión o replanteamiento de los parámetros existentes con los que se proyectan y se construyen las indignantes soluciones de vivienda de interés social para la ciudad, por fin en Bogotá, la arquitectura directamente desde la academia tiene la oportunidad de ser participe y determinante de la realidad que permite su existencia como aparato critico y propositivo de la sociedad.

Pero me surge un gran interrogante, esta visto que el problema del déficit de la vivienda, de su calidad, habitabilidad, rentabilidad, financiamiento, etc., en un país como el nuestro, requiere soluciones de fondo mas que de forma, específicamente con el planteamiento de políticas publicas, en todos los aspectos que influyen con la producción y el mejoramiento de la vivienda, lo suficientemente solidas para que sean garantes de condiciones apropiadas para ofrecer cobertura y calidad de vida a los habitantes que carecen de un techo y de oportunidades dentro del mercado laboral. Es evidente que esto no se consigue con buenas intenciones y de la noche a la mañana, y que un importante inicio se podría establecer a partir de los resultados de este concurso.

Pero de ser un éxito los resultados obtenidos, y en vista de las funestas consideraciones inmobiliarias de las constructoras y la administración que buscan mercantilizar a toda costa el metro cuadrado jugando con la necesidad de las personas, y sin querer decir que este concurso sea un desacierto, y siendo muy pesimista, podríamos estar firmando una sentencia de conformidad y resignación respecto a los parámetros con los que se plantea la vivienda, por lo menos en términos académicos, y que decir de los gubernamentales.

Como se pudieron obtener ideas brillantes, rentables, funcionales, sostenibles, ecológicas,etc., en 35 metros cuadrados, no hay argumentos para aumentar subsidios para vivienda, o áreas, o infraestructuras, y si ciudadela Usme funciono, por que no sacar otro concurso pero con menos terreno y mayor densidad?

Debemos responder a nuestra coyuntura política, social y económica no solo desde el punto de vista operativo de nuestro oficio, si no reflexivo desde nuestra formación intelectiva, ya es hora de dejar a un lado los numerosos contingentes de arquitectos descontextualizados, que viven en Colombia, pero tienen la mente y el ego en Europa, no podemos pretender ser de la realeza teniendo los zapatos rotos, en materia de arquitectura, de vivienda esta todo por hacer, que esta sea una oportunidad que nos beneficie a todos.

Este Blog es muy bueno, se facilitara mucho la comunicacion

Att. Estudiante de arquitectura, Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá

Anónimo dijo...

Una reflexión personal

Como estudiante de arquitectura, considero que la oportunidad que se nos ofrece para sugerir mejores condiciones de vida para las poblaciones mas vulnerables de la ciudad es lo suficientemente sugerente y enriquecedora para nuestras vidas profesionales y para la construcción del camino hacia un hábitat digno y sensato con las condiciones de vida de la población y del desarrollo de la misma ciudad.

No tengo duda acerca de los excelentes planteamientos que surgirán para este concurso, y de la consecuente reflexión o replanteamiento de los parámetros existentes con los que se proyectan y se construyen las indignantes soluciones de vivienda de interés social para la ciudad, por fin en Bogotá, la arquitectura directamente desde la academia tiene la oportunidad de ser participe y determinante de la realidad que permite su existencia como aparato critico y propositivo de la sociedad.

Pero me surge un gran interrogante, esta visto que el problema del déficit de la vivienda, de su calidad, habitabilidad, rentabilidad, financiamiento, etc., en un país como el nuestro, requiere soluciones de fondo mas que de forma, específicamente con el planteamiento de políticas publicas, en todos los aspectos que influyen con la producción y el mejoramiento de la vivienda, lo suficientemente solidas para que sean garantes de condiciones apropiadas para ofrecer cobertura y calidad de vida a los habitantes que carecen de un techo y de oportunidades dentro del mercado laboral. Es evidente que esto no se consigue con buenas intenciones y de la noche a la mañana, y que un importante inicio se podría establecer a partir de los resultados de este concurso.

Pero de ser un éxito los resultados obtenidos, y en vista de las funestas consideraciones inmobiliarias de las constructoras y la administración que buscan mercantilizar a toda costa el metro cuadrado jugando con la necesidad de las personas, y sin querer decir que este concurso sea un desacierto, y siendo muy pesimista, podríamos estar firmando una sentencia de conformidad y resignación respecto a los parámetros con los que se plantea la vivienda, por lo menos en términos académicos, y que decir de los gubernamentales.

Como se pudieron obtener ideas brillantes, rentables, funcionales, sostenibles, ecológicas,etc., en 35 metros cuadrados, no hay argumentos para aumentar subsidios para vivienda, o áreas, o infraestructuras, y si ciudadela Usme funciono, por que no sacar otro concurso pero con menos terreno y mayor densidad?

Debemos responder a nuestra coyuntura política, social y económica no solo desde el punto de vista operativo de nuestro oficio, si no reflexivo desde nuestra formación intelectiva, ya es hora de dejar a un lado los numerosos contingentes de arquitectos descontextualizados, que viven en Colombia, pero tienen la mente y el ego en Europa, no podemos pretender ser de la realeza teniendo los zapatos rotos, en materia de arquitectura, de vivienda esta todo por hacer, que esta sea una oportunidad que nos beneficie a todos.

Att. Estudiante de arquitectura, Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá